Santa Catalina de Siena dijo: "Con esto y otros muchos modos, que no puedo contar, se consume y se destila mi vida en esta dulce Esposa: Yo por este camino, y los gloriosos mártires con su sangre".
Al escuchar a Therese en mitad de un retiro, me he dado cuenta de que la disponibilidad de algunos célibes puede ser un compromiso misterioso. Ella leyó esta oración:
Los que no nos hemos comprometido contigo, Jesús, en un celibato consagrado, ni en el matrimonio; los que no nos hemos comprometidos con nuestros hermanos en una comunidad, venimos a renovar nuestra alianza contigo.
Continuamos por este camino al que nos has llamado, pero al que no has dado nombre, llevamos esta pobreza de no saber donde nos conduces.
En este camino está la herida de no haber sido elegidos, ni amados, ni esperados, ni tocados; esta la herida de no elegir, ni amar, ni esperar, ni tocar. No pertenecemos a nadie. Nuestra casa no es un hogar, no tenemos donde reposar la cabeza.
Ante la opción de los demás solemos sentirnos impacientes, deprimidos, y malhumorados, ante su eficacia; sin embargo seguimos diciendo "si" a este camino. Creemos que es nuestra fecundidad, que hay que pasar por él para crecer en ti. Porque nuestros corazones son pobres y vacíos, están disponibles. Dejamos sitio para recibir a nuestros hermanos. Porque nuestros corazones son pobres y vacíos, están heridos. Dejamos que suba hacia ti el grito de nuestra sed.
Y te damos gracias, Señor, por el camino de fecundidad que has elegido para nosotros.
http://www.jean-vanier.org/es/sus_compromisos/las_fundaciones/el_arca
http://www.larche.org/fr/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.