martes, 13 de octubre de 2015

Mukasa Kiriwawanvu. Grex immolatorum tener, tierna grey de los inmolados

Mártires ugandeses de la pureza 1886

                                 Carlos Lwanga (en el centro) y sus 21 compañeros en una pintura de Albert Wider (1962).



San Carlos Lwanga o Luanga, también conocido como Carl Lwanga, Charles Lwanga o Karoli Lwanga (1860 ó 18651 2 - 3 de junio de 1886) fue un catequista católico de Uganda mártir por su fe y venerado como santo en la Iglesia católica. Había nacido en el reino de Buganda, en la parte sur de la moderna Uganda, y sirvió como paje en la corte del rey Mwanga II.El rey Mwanga comenzó una severa campaña para que los cristianos, recién convertidos por los Padres Blancos, abandonaran su fe, y ejecutó a muchos anglicanos y católicos entre 1885 y 1887. Muchos de ellos eran funcionarios de la corte del rey o muy cercanos a él, como es el caso de Lwanga.Después de una masacre de anglicanos perpretada en 1885, Joseph Mukasa, sacerdote católico residente en la corte, reprochó al rey su acción. Mwanga decapitó a Mukasa y se detuvo a todos sus seguidores. Lwanga asumió las funciones de Mukasa, bautizando en secreto a los catecúmenos el 26 de mayo de 1886.Por esa acción, Carlos Lwanga y otros 11 católicos fueron quemados vivos el 3 de junio. Otro católico, Mbaga Tuzinde, fue golpeado hasta la muerte por negarse a renunciar al cristianismo, y su cuerpo fue arrojado al horno para ser quemado junto con Lwanga y sus 11 compañeros. Al parecer, una de las razones que exasperaron al rey contra los cristianos fue su negativa a participar en actos sexuales con el, habituales en la corte.Carlos Lwanga y sus 21 compañeros fueron canonizados en 1964 por el papa Pablo VI.


Nota impresionante constituye la presencia en el grupo de Mukasa Kiriwawanvu. Formaba parte del grupo de los pajes de la corte, pero aún no estaba bautizado. Cuando sus compañeros salían hacia el lugar del suplicio, uno de los verdugos le preguntó si era cristiano. El contestó que sí y se unió a los condenados. Y así, sin haber recibido el bautismo de agua, sino únicamente el de sangre, ascendió a los altares.


Mukasa Kiriwawanvu, el único de los veintidós mártires canonizados que murió sin el bautismo de agua. Recientemente convertido en un catecúmeno regular y había estado ausente en la cárcel cuando Carlos Lwanga bautizó al otros catecúmenos. Un testigo sugiere que una dificultad práctica le impidió ser bautizado durante el viaje a Namugongo, o durante el encarcelamiento de la semana; a saber, que aunque era la suerte de haber tenido un compañero católico en su prisión, este último habría sido incapaz de dar el sacramento con las manos cerradas en el cepo. Ciertamente, no hay registro de este catecúmeno haber recibido el sacramento. Mukasa fue trasladado en acciones con los demás cristianos y quemado vivo en el horno Namugongo el 03 de junio 1886.

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