viernes, 23 de octubre de 2015

Oración de abandono.




Padre, Me pongo en tus manos. 

Haz de mí lo que quieras. 

Sea lo que fuere, te doy las gracias. 

Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo, con tal de que Tu voluntad se cumpla en mí y en todas tus criaturas. 


No deseo nada más, Padre.

Te encomiendo mi alma, Te la entrego con todo el amor de que soy capaz, 


Porque te amo y necesito darme a Ti, Ponerme en tus manos sin medida, Con infinita confianza, 

Porque tu eres mi Padre.  


                                                        Beato Charles de Foucauld

jueves, 22 de octubre de 2015

Santa Teresa de Jesús.





Autor anónimo. S. XVI. Óleo. Papel S/ tabla. 36 x 24. Real Academia de la Lengua. Madrid.

- En el reverso de este cuadro se lee la siguiente inscripción:

"Santa Teresa. Reproduccion del retrato autentico"

"Este retrato original de la Serafica y Mistica Dra. Sta. Teresa de Jesus era del Mtro. y Rdo. Don Frai Martin de Leon y Cardenas, Mraq. de Palencia y Birrei de Sicilia, qui en lodio asu sobrino D. Juan de Ahumada y Cardenas siendo capitan de su guardia . Año de 1643, y su nieto don Juan de Ventura de Ahumada lepuso marco y vidrio porque sus hijos letenian con la devida bendicion. Año de 1740."

martes, 13 de octubre de 2015

Mukasa Kiriwawanvu. Grex immolatorum tener, tierna grey de los inmolados

Mártires ugandeses de la pureza 1886

                                 Carlos Lwanga (en el centro) y sus 21 compañeros en una pintura de Albert Wider (1962).



San Carlos Lwanga o Luanga, también conocido como Carl Lwanga, Charles Lwanga o Karoli Lwanga (1860 ó 18651 2 - 3 de junio de 1886) fue un catequista católico de Uganda mártir por su fe y venerado como santo en la Iglesia católica. Había nacido en el reino de Buganda, en la parte sur de la moderna Uganda, y sirvió como paje en la corte del rey Mwanga II.El rey Mwanga comenzó una severa campaña para que los cristianos, recién convertidos por los Padres Blancos, abandonaran su fe, y ejecutó a muchos anglicanos y católicos entre 1885 y 1887. Muchos de ellos eran funcionarios de la corte del rey o muy cercanos a él, como es el caso de Lwanga.Después de una masacre de anglicanos perpretada en 1885, Joseph Mukasa, sacerdote católico residente en la corte, reprochó al rey su acción. Mwanga decapitó a Mukasa y se detuvo a todos sus seguidores. Lwanga asumió las funciones de Mukasa, bautizando en secreto a los catecúmenos el 26 de mayo de 1886.Por esa acción, Carlos Lwanga y otros 11 católicos fueron quemados vivos el 3 de junio. Otro católico, Mbaga Tuzinde, fue golpeado hasta la muerte por negarse a renunciar al cristianismo, y su cuerpo fue arrojado al horno para ser quemado junto con Lwanga y sus 11 compañeros. Al parecer, una de las razones que exasperaron al rey contra los cristianos fue su negativa a participar en actos sexuales con el, habituales en la corte.Carlos Lwanga y sus 21 compañeros fueron canonizados en 1964 por el papa Pablo VI.


Nota impresionante constituye la presencia en el grupo de Mukasa Kiriwawanvu. Formaba parte del grupo de los pajes de la corte, pero aún no estaba bautizado. Cuando sus compañeros salían hacia el lugar del suplicio, uno de los verdugos le preguntó si era cristiano. El contestó que sí y se unió a los condenados. Y así, sin haber recibido el bautismo de agua, sino únicamente el de sangre, ascendió a los altares.


Mukasa Kiriwawanvu, el único de los veintidós mártires canonizados que murió sin el bautismo de agua. Recientemente convertido en un catecúmeno regular y había estado ausente en la cárcel cuando Carlos Lwanga bautizó al otros catecúmenos. Un testigo sugiere que una dificultad práctica le impidió ser bautizado durante el viaje a Namugongo, o durante el encarcelamiento de la semana; a saber, que aunque era la suerte de haber tenido un compañero católico en su prisión, este último habría sido incapaz de dar el sacramento con las manos cerradas en el cepo. Ciertamente, no hay registro de este catecúmeno haber recibido el sacramento. Mukasa fue trasladado en acciones con los demás cristianos y quemado vivo en el horno Namugongo el 03 de junio 1886.

lunes, 5 de octubre de 2015

Incipe, parve puer, risu cognoscere matrem

       
                 
     Incipe, parve puer, risu cognoscere matrem                                                               
                                                                                       Publius Vergilius Maro, 70-19 a.C.

                             
                     Que será de aquel que no conozca la sonrisa de su madre? 
                                                      

viernes, 2 de octubre de 2015

O Marie conçue sans péché, priez pour nous qui avons recours à vous

                                                                                  titre 2
   
                                                                         140 rue du Bac
                                                                           75340 Paris Cedex 07
     

                                                


La medalla

médaille miraculeuseEn esta capilla escogida por Dios, la Virgen María en persona ha venido a revelar su identidad por medio de un objeto pequeño, una medalla, destinada a todos sin distinción!La identidad de María era tema de controversias entre teólogos desde los primeros tiempos de la Iglesia. En 431, el Concilio de Efeso había proclamado el primer dogma mariano: María es madre de Dios. Desde 1830, la invocación
« Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti »
que se levanta hacia el cielo, mil y mil veces repetida por miles de almas cristianas en todo el mundo a petición de la Madre de Dios, va a producir su efecto.
El 8 de diciembre de 1854, Pío IX proclama el dogma de la Inmaculada Concepción: por una gracia especial que ya le venía de la muerte de su Hijo, María fue concebida sin pecado.
Cuatro años más tarde, en 1858, las apariciones de Lourdes van a confirmar a Bernadette Soubirous el privilegio de la madre de Dios.
Corazón Inmaculado, María fue la primera rescatada por los méritos de Jesucristo. Es luz para nuestra tierra. Todos estamos destinados, como ella, a la felicidad eterna.
Una medalla milagrosa..¿por qué?…¿luminosa, cómo?…¿y dolorosa?
milagrosa…Unos meses después de las apariciones, sor Catalina es destinada al hospicio de Enghien, en el distrito 12 de París, para cuidar a los ancianos. Se pone al trabajo. Pero la voz interior insiste: hay que hacer que se acuñe la medalla. De eso Catalina vuelve a hablar a su confesor, el Padre Aladel.
En febrero de 1832, hay en París una terrible epidemia de cólera, que va a hacer más de 20.000 muertos. Las Hijas de la Caridad empiezan a distribuir, en junio, las 2.000 primeras medallas acuñadas a petición del padre Aladel.
Son numerosas las curaciones, lo mismo que las protecciones y conversiones. Es un maremoto. El pueblo de París califica la medalla de « milagrosa ».
En el otoño de 1834 ya hay más de 500.000 medallas, y en 1835 más de un millón en todo el mundo. En 1839, se ha propagado la medalla hasta alcanzar más de diez millones de ejemplares. A la muerte de sor Catalina, en 1876, se cuentan más de mil millones de medallas.

y luminosa…
Las palabras y los símbolos grabados en el anverso de la medalla expresan un mensaje con tres aspectos estrechamente ligados entre sí.
« Oh María sin pecado concebida,  ruega por nosotros que recurrimos a ti ».
La identidad de María se nos revela aquí explícitamente: la Virgen María es inmaculada desde su concepción. De este privilegio que ya le viene de los méritos de la Pasión de su Hijo Jesucristo, emana su inmenso poder de intercesión que ejerce para quienes le dirigen sus plegarias. Por eso la Virgen María invita a todos las personas a acudir a ella en cualquier trance. Sus pies en medio de un globo aplastan la cabeza de una serpiente.
Este globo representa a la tierra, el mundo. Entre judíos y cristianos, la serpiente personifica a Satanás y las fuerzas del mal.
La Virgen María toma parte en el combate espiritual, el combate contra el mal, cuyo campo de batalla es nuestro mundo. Nos invita a entrar nosotros también en la lógica de Dios que no es la lógica del mundo. La gracia auténtica de conversión es lo que ha de pedir el cristiano a María para transmitirla al mundo.
Sus manos están abiertas y sus dedos adornados con anillos que llevan piedras preciosas de las que salen rayos que caen esparciéndose por toda la tierra.
El resplandor de estos rayos, lo mismo que la hermosura y la luminosidad de la aparición descritas por Catalina, requieren, justifican y alientan nuestra confianza en la fidelidad de María (los anillos) para con su Criador y para con sus hijos; en la eficacia de su intervención (los rayos de gracia que caen en la tierra) y en la victoria final (la luz), ya que ella misma, primera discípula, es la primera salvada.